Fotografía: José Guadalupe Pérez

Convento en las laderas del Popocatépetl, reconocido como patrimonio por la UNESCO

En CAMALEONES Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- El Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción, ubicado en el valle que une a Tlaxcala y Puebla, esta mañana fue reconocido por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) como  Patrimonio Mundial.

Ello tras haber sido aceptado en lista de los “Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl”, cuya ruta forma parte de la Lista de Patrimonio Mundial desde 1994 y la cual incluye 14 inmuebles conventuales de valor excepcional (11 en Morelos y tres en Puebla), construidos por las órdenes dominicas, agustinas y franciscanas.

Entre los criterios para su incorporación se encontró el “ser un ejemplo eminentemente representativo de un tipo de construcción o de conjunto arquitectónico o tecnológico, o de paisaje que ilustre uno o varios periodos significativos de la historia humana”.

El equipo de trabajo que participó en la conformación de la candidatura contempló historiadores, arquitectos, antropólogos y académicos.

El Conjunto Conventual de Nuestra Señora de la Asunción, en Tlaxcala, es un monumento histórico que destaca por sus ornamentos arquitectónicos únicos, como su torre exenta o su alfarje de estilo mudéjar. De acuerdo con diversas fuentes históricas, la actividad constructiva en el emplazamiento franciscano inició entre 1525 y 1527.

Es el primer monasterio de la orden franciscana edificado en el valle que une a los estados de Tlaxcala y Puebla, coronado al oriente por el volcán Popocatépetl.

Es en este lugar donde se realizó la primera versión regional de este modelo arquitectónico, que sirvió de ensayo espiritual, político y estético para comenzar la expansión evangelizadora y constructiva hacia el centro y sureste de México y, posteriormente, hacia los territorios del norte (llegando hasta los Estados Unidos), cubriendo también los territorios desde el océano Atlántico hasta el Pacífico.

La declaratoria de los “Primeros monasterios del siglo XVI en las laderas del Popocatépetl” incluyó en una primera instancia los conjuntos conventuales de Cuernavaca, Tepoztlán, Totolapan, Tlayacapan, Atlatlauhcan, Oaxtepec, Yecapixtla, Ocuituco, Tetela del Volcán, Hueyapan y Zacualpan, en Morelos; así como Tochimilco, Calpan y Huejotzingo, en Puebla.

Todos estos inmuebles fueron inscritos en el listado internacional el 17 de diciembre de 1994, por constituir un testimonio del patrón arquitectónico concebido para lograr la evangelización de un extenso territorio y que compartía, dentro de sus características principales, el uso de espacios abiertos, como los grandes atrios.

Durante la sesión de la UNESCO, Luz de Lourdes Herbert, directora de Patrimonio Mundial del INAH, afirmó que con la inclusión del templo tlaxcalteca se reconoce el propio quehacer indígena en diálogo con el pensamiento europeo que sobrevivió hasta estos días a través de estos invaluables monumentos.

Ello significa, añadió, un compromiso para México y Tlaxcala para diseñar e instrumentar novedosos procesos integrales de conservación y restauración del bien en serie para su permanencia y disfrute de todas las naciones.

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