MÉXICO.- En los últimos 15 meses la bicicleta se consolidó como una alternativa segura de transporte, un instrumento que motiva el buen humor, genera mejoría a la salud, reducción de tiempos de traslado, impacto positivo al medio ambiente y ahorro económico.
Especialistas de la UNAM en psicología, urbanismo, movilidad y ciclismo coincidieron en lo anterior y sugirieron transitar en dos ruedas los días de asueto y también extender esta práctica por tiempo indefinido.
Dar un paseo en bicicleta como ejercicio moderado mejora la salud en general, aseguró Hugo Sánchez Castillo, investigador del Departamento de Psicobiología y Neurociencia, de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM.
“Podemos tener una mejor circulación, un mejor funcionamiento cardiaco, un mejor tono muscular y dentro de todos estos elementos podemos encontrar un cambio en los sistemas de neurotransmisión, alteración en los sistemas dopaminérgico, serotoninérgico y opioide”, precisó.
Además, cuando vamos en bicicleta tenemos una estimulación visual constante, lo cual refresca nuestros mecanismos de atención, de concentración y podemos tener una mejor interacción con el medio, añadió.
Sánchez Castillo consideró que también ayuda a fomentar el equilibrio como requerimiento básico y mantiene a la persona en constante atención; el bienestar se da también por la sensación de salir, entonces tenemos un componente mayor porque no es lo mismo practicar bicicleta fija, que en un espacio abierto.
Sin embargo, el especialista destacó que este ejercicio debe ser cuidado, no exagerado, realizarse de acuerdo con las características de cada persona para evitar que pueda ser negativo o frustrante.
BUEN HUMOR
Ernesto García Almaraz, Coordinador del Programa Bicipuma de la UNAM, compartió que además de los estudios de las ciencias del comportamiento, la actividad empírica refrenda que utilizar la bicicleta nos pone de buen humor.
“Al margen de que nos sirve para trasladarnos de un punto a otro, siempre liberamos endorfinas, sustancias que nos hacen sentir bien, muchos de nuestros usuarios nos han comentado que cuando se suben a la bicicleta y llegan a su facultad de buenas, e incluso este desgaste físico, o el ejercicio que hacen, les ayuda para dormir mejor”, indicó.
Ante estos beneficios, el universitario sugirió a los jóvenes y a la población en general prepararse para consolidar el regreso a la nueva normalidad.
“Que se atrevan a dejar los vehículos automotores, porque la bici es una estupenda opción de movilidad, vamos a ayudar a nuestra salud, a dejar de emitir CO2 al medio ambiente, y mantendremos esa sana distancia que ahorita es indispensable para evitar contagios”, aseveró.
Para Antonio Suárez Bonilla, del Laboratorio de Movilidad e Infraestructura Verde de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, este medio de transporte “nos permite conocer más y poder refrescar nuestra imaginación, vamos a una velocidad intermedia que permite una especie de limpia mental, a la vez que permite desplazarnos y una apreciación distinta de la ciudad, porque cubrimos más área en menos tiempo”, explicó.
Ir montado en una bici, añadió, genera una libertad más interesante que caminar, porque nos acerca a la ciudad con sana distancia y también a otras personas para continuar la vida pública y recuperar un poco de lo que hemos perdido en la pandemia.
“Yo que he estado yendo a montar en bicicleta, he experimentado esa sensación de cuando veo un tumulto en el trayecto, trato de esquivarlo, eso no lo podría hacer en coche y tampoco caminando, pero sí en bici”, subrayó.
PREFIEREN PEDALEAR
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 21.2 por ciento de las viviendas del país cuentan con bicicleta la cual utilizan como medio de transporte.
Además, de la población que estudia 1.8 por ciento se traslada a su centro de enseñanza por este medio; y 4.9 por ciento de quienes trabajan la utiliza para llegar al lugar donde labora.
Adriana Ambriz Arellano, pasante de Sociología de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, utiliza su bicicleta para ir al trabajo y a “casi a cualquier lado porque es más fácil llegar, no gastas tanto y a veces es un poco más segura que otros transportes”.
Comentó que debido a la pandemia tiene pocos deseos de viajar en transporte público, y cuando lo hace procura rutas que no sean largas; si son cortas prefiere pedalear.
“La bicicleta sí contribuye a mi estado de ánimo, de hecho me siento más feliz, percibo que llego a los lugares más rápido y eso hace que me sienta bien. Además, cuando salgo o regreso, y veo mucho tráfico, me alegra saber que no voy en carro porque si no me tardaría más, entonces en eso influye”, concluyó.