PUEBLA, MÉXICO.- Si algo han enseñado los muxes a la lucha por los derechos de la diversidad sexual en una sociedad machista, racista y desigual como la mexicana, es que para que haya libertad sexual primero tiene que haber libertad política.
Así lo consideró en entrevista con LEVIATÁN el poeta juchiteco Elvis Guerra, quien pertenece a la comunidad muxe de la región del Istmo en Oaxaca, una expresión del patrimonio cultural intangible de los zapotecas reconocida como el tercer género de México.
Los muxes son hombres que fungen roles femeninos por convención personal y elección familiar en los ámbitos social, sexual y personal: cocinan, bordan, usan vestidos, algunos son homosexuales, y son tratados como mujeres.
Aunque tienen un papel importante en la cultura zapoteca derivado de la visión de que la mujer es fuerte e influyente en la sociedad, la globalización se ha encargado de desestabilizar y cuestionar su figura.
Aunado a ello, la homofobia y desconocimiento de personas ajenas a la comunidad han provocado su desaprobación, por lo que la violencia y los homicidios por homofobia aumentaron, lo que antropólogos han descrito como un atentado al patrimonio cultural intangible de los zapotecas.
“Imagínate ser moreno, del sur, ser homosexual, ser pobre; imagínate sumar todas estas cosas que la sociedad detesta, que la sociedad rechaza y que la sociedad discrimina, pues qué difícil es para un muxe vivir en una sociedad tan machista, tan racista como ésta que nos tocó”.
Para Elvis Guerra ser muxe, más allá de tener una identidad y una expresión de género femenina, representa además una defensa a la lengua zapoteca, de la indumentaria tradicional y ser parte de “una comunidad que ha dado un ejemplo de tenacidad y lucha al país entero.
Lo dice así pues el hecho de que puedan transitar más o menos libres y tengan una celebración anual, no es gratuito, sino que señala es resultado de una cultura de más de 40 años de lucha que ha buscado que los respete e incluya.
Ejemplo de ello la Vela de las Auténticas Intrépidas Buscadoras del Peligro, la celebración anual de un movimiento muxe que lucha por “el respeto a sus derechos y el respeto a la vida, poder salir a la calle libremente, portar la ropa de la mujer zapoteca, caminar sin ser encarceladas, segregadas, discriminadas, golpeadas o asesinadas”.
El más reciente discurso LGBT ha sido abrazado por la comunidad muxe al encontrar similitudes, y en este panorama es donde Elvis Guerra asegura que han sido un ejemplo de lucha por los derechos de la diversidad sexual:
“Creo que lo que los muxes le enseñan a este país es que para que haya libertad sexual, primero tiene que haber libertad política, y la libertad política primeramente parte de una condición de arraigo, de pertenencia, de sentirte parte de, y es lo que ocurre con nosotros”.
El también escritor mencionó sentir un compromiso ético por seguir, estar activo en la lucha y continuar en un camino que otros ya pavimentaron:
“El compromiso es seguir aquí, no quitar nunca el dedo del renglón hasta que ninguna muxe tenga que ser discriminada o tenga que abandonar la escuela porque no se siente a gusto”.