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“Tempestad”, un documental filmado sin prisa

En CAMALEONES Cristóbal Torres / Notimex
  • La directora, Tatiana Huezo, reconoció ser una persona muy obsesionada con los finales de sus películas 

MÉXICO.— El Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) organizó una charla con el equipo realizador de Tempestad, su directora, Tatiana Huezo; y los productores Ernesto Pardo y Nicolás Célis. El documental ha sido uno de los más vistos en la plataforma FilminLatino durante varios años seguidos, en la cual, en estos tiempos de contingencia se pueden ver sin costo más de 200 películas mexicanas.

Los involucrados fueron presentados el jueves por Fernanda Río, directora de Difusión de Cine Mexicano del IMCINE; tras lo cual, Nicolás sugirió iniciar la charla desde el final y le pidió a Tatiana que hablara sobre el último plano del documental, a lo cual, la directora explicó que su largometraje inició con un proceso de investigación que le tomó dos años, durante los cuales fue posible dar forma a una estructura dramática.

Reconoció ser una persona muy obsesionada con los finales de sus películas y no puede dormir si no tiene un final ya planeado; aseguró que le cuesta trabajo rodar sin saber cómo va terminar su largometraje; sin embargo, aseguró que eso no significa que se cierre a ideas, pues siempre se mantiene abierta a que las cosas sucedan en el camino.

Añadió que el 50 por ciento de su documental fue preconcebido, intentó realizar una narración cronológica donde el final pudiera significar un respiro; pero su personaje “Miriam” no encontró la paz al volver a su hogar, llegó muy enferma y con miedo, lo que le transmitió a Huezo una gran oscuridad que intentó plasmar en el plano final de su trabajo.

Después de que Huezo presentara dicha toma en la pantalla, Ernesto Pardo señaló que fue un plano de gran dificultad pues implicó bucear a más de 30 metros de profundidad, lo que requirió de un buzo profesional y un equipo especial para que no salieran burbujas que interfirieran en las tomas. La directora explicó que el sonido tenía que ser muy sensorial; pensaron en el diseño sonoro a partir del entorno.

Recordó que el lugar más peligroso para grabar fue en Matamoros; gracias a un policía retirado pudieron filmar en lugares específicos como los barrios fantasma, bajo la condición de no grabar después de las seis de la tarde; y recibió la consigna de que, mientras no interfirieran con intereses económicos, el crimen organizado no les iba ocasionar problemas. Consideró que en el documental es esencial no tener prisa, hay que saber esperar, fue así como consiguió escenas y tomas “muy suyas” y que hicieron tan especial el desarrollo de Tempestad.

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