Fotografía: UNAM

Escribir, hablar y leer en “lengua de sangre” es enfrentar cosmovisiones: Nadia López

En CAMALEONES Magdiel Olano

PUEBLA, MÉXICO.- “La escritura ideal en una lengua originaria es aquella que se pueda leer desde su propia escritura”, asegura la escritora mixteca Nadia López García, quien con sus poemas en tu’un savi busca reconquistar su pensamiento y caminar hacia un contexto en México alejado de los cánones de la literatura occidental.

Porque para la oaxaqueña, el escribir, hablar y leer en su “lengua de sangre” —y en cualquier otra lengua originaria—, es enfrentarse a la vida desde una cosmovisión distinta; todo un reto si se piensa que éste es un país donde los espacios literarios no son multilingües.

En una videoconferencia ofrecida como parte de Los Fabuladores en su Entorno, programa de Literatura UNAM, en la cual habló de las dificultades de escribir en lenguas originarias, como defensora de las lenguas indígenas, Nadia López reconoció que hacer que se lea en las propias lenguas es uno de los mayores retos a los que se enfrentan.

La autora del recién publicado Isu ichi: El camino del venado, explicó que aunque México cuenta con 68 lenguas indígenas originarias, hoy apenas cerca del 6 por ciento de la población total del país las habla. Acotó que después de la Colonia, entre el 65 y 70 por ciento de la población hablaba una lengua originaria, por lo que la baja durante años hasta llegar a este 6 por ciento de hablantes es producto de la discriminación, racismo, y una lucha de estado en términos políticos, educativas, sociales y jurídicas.

En ese sentido, agregó, es que hoy hablar una lengua originaria es un acto de resistencia y un acto político, “ir en contra de un estado que por muchas años ha tratado que dejemos de pensar, hablar y escribir en nuestras lenguas. Lo estamos haciendo, estamos pensando nuestras lenguas, hablando en nuestras lenguas y estamos escribiendo en nuestras lenguas”.

Añadió que hacer que se lea en la propia lengua no es tarea fácil sobre todo con la carencia de alfabetización en estas lenguas, pues aunque haya quienes las hablan, muchos no las leen ni escriben.

“Creo que podemos escribir, podemos publicar, pero si no hay una comunidad que nos lea en nuestra propia lengua pareciera que son como flechas que habitamos que tienen un destino incierto”.

Como escritores, la también autora de Tikuxi Kaa (El Tren) y Ñu´ú Vixo (Tierra Mojada) —con el cual fue ganadora del Premio a la Creación Literaria en Lenguas Originarias Cenzontle, mencionó que otro de los desafíos es derrotar el mito de que las lenguas originarias no se escriben y comenzar a pensar desde la propia lengua porque este tipo de pensamiento también es estructuración del mundo.

Así, dijo, hoy por hoy la literatura juega un papel en el que a través de ella se están difundiendo y desarrollando las lenguas originarias.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

LO ÚLTIMO DE CAMALEONES

Ir Arriba