- Maestros podrían aprender braille o lenguaje de señas para fomentar su desarrollo
MÉXICO.— Además de trabajar, estudiar, atender a la familia y muchas actividades más, el factor de la discapacidad en algunas artistas mexicanas es un elemento que complica gravemente el desarrollo y su facultad creativa, en cualquiera que sea el campo de las bellas artes en que se desenvuelva, como música, poesía, pintura o arquitectura.
“Cada una debido a su discapacidad tiene estas limitantes. Por ejemplo, en las escuelas de arte no hay la infraestructura necesaria para apoyarlas. No manejan el braille, no manejan el lenguaje de señas o si de repente tienen a alguna artista con discapacidad motriz, no hay rampas”, lamentó en entrevista con Notimex Ariadna Gómez, mediadora del Museo Nacional de Arte de México (Munal).
Indicó que toda la sociedad puede y debe apoyar; “además de tener conciencia de esta situación, podemos ponernos un poco en su lugar, saber acercarnos, preguntar en qué podemos cooperar; por su parte, las instituciones y las personas que les corresponde por ley ayudar, lo deben hacer de verdad”.
Añadió: “Por ejemplo, si soy maestro y sé que tengo que ayudar a alguien con discapacidad, puedo aprender braille, no es complicado, o el lenguaje de señas, eso sí es más complicado, pero no es imposible; o si soy autoridad puedo considerar instalar elevadores; si soy de protección civil estar al pendiente de la señalética o, simplemente, si soy compañero de alguien apoyar como un acto de civilidad”.
De esta manera, para Ariadna Gómez, si toda la sociedad apoya, casos como el de Itzel Santiago Cortés, que fue la primera mujer ciega en obtener la licenciatura en Piano y la primera en titularse de la maestría en Música por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podrían replicarse al eliminar los obstáculos.
“Todos debemos sensibilizarnos, no sólo de lo que necesitan ellas, también de ellos. Si observamos el trabajo artístico de cada una de estas personas, nos daremos cuenta que es verdaderamente titánico”.