PUEBLA , MÉXICO.- Contar la verdad y desentrañar la mentira es lo que le corresponde al periodista frente a la actual época de la llamada “posverdad”, aunque también es trabajo de las audiencias, la colectividad, descubrir esa mentira con apariencia de verdad, una labor que no puede dejársele ni a un político ni a un líder.
Así lo explicó Jenaro Villamil, presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, durante su participación en la mesa de debate “Vinculación y participación social” del foro Retos y Perspectivas de las Humanidades en México, evento organizado por la FFyL BUAP.
Durante la charla en la que compartió opiniones con el administrativo de la organización Juconi, Guillermo Milano Castillo, el ponente señaló que tanto a los periodistas, comunicadores, pero también a las audiencia, a la nación, les corresponde desentrañar la mentira que sustenta aquella información que aparece en los medios.
Lo anterior pues los medios de comunicación son los que transmiten una mentira con apariencia de verdad, “justamente en la que estamos viviendo, la posverdad, la construcción de una mentira con apariencia de verdad que es lo que también genera hallan grandes núcleos sociales que se vayan con la finta”.
Como lo explica en su libro La rebelión de las audiencias, desde el 2012 comenzó un declive en la credibilidad de las mismas, que se dio muy puntual con el movimiento Yo Soy 132, así también por el fortalecimiento de otros medios comunicativos, como las redes sociales.
Se estima que la baja de las audiencias de televisión abierta en estos últimos cinco años han tenido una disminución de 18%, pero no sólo una baja de audiencias sino también una disminución de la credibilidad. Este proceso de debilitamiento, puntualiza, ha sido tan acelerado que ni siquiera ha dado tiempo flexionar sobres él.
Es así que dijo necesario regresar al terreno de lo público desde los espacios públicos como son las universidades o los medios públicos, para que se pueda regenerar una discusión social, pero ello es una labor colectiva que no se puede dejar a un solo comunicador ni a un político ni a un líder, “por muy capaz carismático que sea, como es López Obrador”.
“Cuando hablo del retorno de lo público estoy hablando de eso ,es decir, de la necesidad de que desde los espacios públicos como son las universidades y como son los medios públicos, se pueda regenerar la discusión social, porque si no se regenera esa discusión social vamos a tener problema todavía más grave deserción social”.
