“Las mujeres no son chistosas”. Esta es una frase que se ha repetido de manera insistente por décadas y que incluso se ha usado para justificar la falta de películas de comedia protagonizadas por mujeres, porque simplemente nosotras no somos divertidas.
Las mujeres en el cine y en muchas series parecieran sólo tener valor como el objeto del interés del hombre, la cuidadora, la mujer que supera los obstáculos para encontrar el amor, en cualquiera de sus modalidades. Incluso cuando se les permite tener expresiones humorísticas tiene que ser acompañadas de otro hombre.
No me mal entiendan, no apoyo esa noción -es más, soy parte de esa pequeña comunidad que no le pareció mala la versión de Ghostbusters con puras mujeres-, ni reniego que muchas de las películas que caen en la definición del párrafo anterior me gustan. Soy humana y tengo mis gustos diversos.
Y sí, hay películas y series que nos han demostrado que las mujeres podemos ser chistosas. Bridget Jones. Cualquier cosa que haga Ellen DeGeneres. 30 Rock y Parks and Recreations -Tina Fey y Amy Pohler son las santas patronas de la comedia femenina-. Y hay tantas otras, la lista es enorme. Muchas mujeres han demostrado que es posible ser chistosas, pero pareciera que esto pasa a un segundo plano.
Y no lo digo por decir, con sólo poner en Google “women aren’t funny”, aparece una publicación de la BBC sobre un supuesto estudio que afirma que los hombres son más divertidos que las mujeres. Y no, no es un estudio de hace años, es una publicación de octubre de 2019.
Y si hay una serie que ha demostrado que las mujeres sí somos chistosas y de lo que es la sororidad es The Marvelous Mrs. Maisel. La historia se centra en Midge Maisel (Rachel Brosnahan), una chica neoyorkina a principios de los años sesentas, quien, desde la primera escena en la que la conocemos en su boda, demuestra ser una fuerza de la naturaleza. Tiene una agudeza mental y un humor imparable, lo cual la hace irresistible para su esposo… hasta que años después él la deja. Las cosas del destino llevan a Midge a The Gaslight, un bar de stand up, se sube al escenario y cuenta la desgracia que acaba de pasar en su vida, pero con tal ironía y humor que la gente queda prendida de ella.
Así comienza la trayectoria artística de Mrs. Maisel -a pesar de que se divorcian en el transcurso de la serie ella mantiene el apellido de su ex como su nombre artístico-. Le toca enfrentarse al machismo que hay en la comedia, al desprecio de su familia a su profesión -su madre en repetidas ocasiones compara a una comediante con una prostituta-, e incluso a los celos de otras mujeres comediantes.
Y a lo largo de todo este camino tiene su lado a Susie (Alex Borstein), su representante. Mientras Midge es toda elegancia y belleza, Susie se viste con lo que tiene a la mano, confundida en muchas ocasiones por hombre, adicta a las apuestas y cero conocimiento de las normas sociales. Pero a pesar de las diferencias entre ambas, la hermandad que se genera entre ellas y ese apoyo incondicional es una de las fortalezas de la serie.
La serie acaba de lanzar su tercera temporada en Prime Video, y ya está confirmada que habrá una curta entrega. A lo largo de estos años hemos visto a Midge estar destrozada por el abandono de su esposo, a encontrar su voz frente al micrófono, a optar por su libertad a casarse con un hombre que en todos los sentidos es perfecto, a ser una mujer empoderada, independiente, libre y feliz.
La creadora de la serie es Amy Sherman-Palladino, responsable de Gilmore Girls, serie que he de confesar nunca he visto, pero que me han dicho comparte con Mrs. Maisel esos diálogos rápidos, inteligentes y divertidos que les dan un tono especial a los personajes.
No soy la única que lo piensa. Todos los actores, principales y secundarios, han arrasado por años en las entregas de premios, y el programa se ha llevado varios reconocimientos como una de las mejores series de comedia.
Desde el aspecto visual, con la escenografía y vestuarios -¡Dios, ese vestuario! Yo no uso vestidos pero hay una docena de outfits de Midge que me muero por tener-, hasta las actuaciones, la trama y el mensaje de la serie, The Marvelous Mrs. Maisel es una prueba clara de que no sólo las mujeres podemos ser chistosas, lo somos, y no necesitamos atacarnos entre nosotras para hacerlo.