Fotografía: Rodrigo Moya

La fotografía es un detonador de la memoria: Rodrigo Moya

En CAMALEONES Luis Galindo / Notimex

MÉXICO.- El artista de la lente Rodrigo Moya consideró que la fotografía es un detonador de la memoria, un objeto que se guarda, a diferencia de la foto digital que finalmente se va al espacio cibernético.

“La fotografía aporta muchas cosas técnicamente, pero también suprime muchas cosas, pero pienso que los grandes fotógrafos siguen siendo los del pasado”, expresó el artista Moya, quien celebra 85 años de edad, a través de la muestra “Rodrigo Moya. México/Escenas”, que se inaugurará en el Museo del Palacio de Bellas Artes, este jueves 30 de mayo.

Comentó que cada imagen es una historia, y la recuerda, porque la fotografía es un detonador de la memoria, un objeto que se guarda, a diferencia de la foto digital, es un objeto tangible.

“Que te cuenta tu historia, la de tus padres, la de la familia y viajes, por lo que se tiene acumulación que ayuda a la memoria, mientras que la foto digital finalmente se va al espacio cibernético y tarde o temprano ya no sirve las máquinas que tiene uno para procesarlas”, aseguró.

También dijo que su archivo, integrado por poco más de 40 mil negativos, que lo considera un patrimonio personal, “mi mujer me ayuda mucho a manejar, mi hijo también, y lo único que quiero es que no se vaya al extranjero, porque he tenido ofertas”.

Respecto a la exposición fotográfica, el artista de la lente, aclaró que no es una exposición retrospectiva, porque cubrir muchos temas, sería muy difícil, hacer una retrospectiva.

Detalló que parte de su acervo se divide en tres partes, la primera se presentó en el Museo Amparo en Puebla, luego en el Centro de la Imagen, otra parte, y aquí la última en el Museo de Bellas Artes, las piezas que se refieren más al arte, danza, y actuación.

Reiteró que el blanco y negro de la fotografía le gusta mucho, aunque tiene miles diapositivas a color, aunque prefiero el primero, pues los periódicos de su época eran básicamente en ese color.

Recordó que los fotógrafos de prensa eran muy mal pagados en aquella época, “creo que era el escalón más bajo de todo el periodismo”.

Por lo que los fotógrafos se defendían con vender sus imágenes y él se dedicaba a captar con su lente obras de teatro y espectáculos de danza, así como comerciales y stills cinematográficos, “por lo que me daba tiempo para cubrir varias cosas”.

Rodrigo Moya nació el 10 de abril de 1934 en Medellín, Colombia. Dos años después su familia se instaló en México. Moya comenzó la carrera de ingeniería civil, pero a los 20 años abandonó sus estudios para trabajar como floor manager en Televicentro.

Ahí se encontró con el reportero colombiano Guillermo Angulo, quien lo introdujo en la fotografía y lo contrató como chícharo de sus reportajes en la revista Impacto.

En 1955 realizó su primer ensayo en el Valle del Mezquital y posteriormente se dedicó a vender reportajes a revistas ilustradas. En 1960 conoció a Manuel Capetillo Negrete y se integró al equipo de documentación del Departamento de Catálogo y Restauración del Patrimonio Artístico del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

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