PUEBLA, MÉXICO.- Era el año 1658, en el marco de lo que varios historiadores consideran la segunda etapa de la Colonia, cuando más de un centenar de hombres de distintas razas fueron capturados por la Santa Inquisición. El motivo del arresto masivo: sodomía o, como lo denominaban pomposamente los peninsulares, “pecado nefando”.
Entre los detenidos sobresalía Juan de la Vega Galeano, alías “Cotita de la Encarnación”, a quien le encantaba vestirse de mujer, lavar, hacer tortillas y hablar abiertamente sobre su orientación sexual, de acuerdo con las declaraciones de un vecino suyo, Tomás de Santiago.
El trágico y desalmado final de “Cotita”, a raíz de su homosexualidad perseguida, fue ser quemado vivo en la capital del país, junto con otros 13 varones (cuatro poblanos entre ellos).
Lo anterior constituye uno de los más lejanos antecedentes de los terribles crímenes de odio que, desafortunadamente, siguen cometiéndose en la “tierra del águila y el nopal”.
Asimismo, la historia de Juan de la Vega es el principal referente para llevar a cabo el primer Cotita Fest, certamen fílmico organizado por la asociación ciudadana “No dejarse es incluirse” o Vida Plena. Dicha asociación busca visibilizar las problemáticas que en pleno siglo XXI sigue padeciendo la comunidad LGBTTTI.
“El Cotita Fest se realiza para recordar a las 14 víctimas de lo que la modernidad llama hoy un ‘Crimen de Odio por homofobia’. El festival se hace en memoria de un ‘mulato afeminado’ llamado Cotita de la Encarnación (Juan de la Vega Galeano o Galiano) y de los otros trece compañeros suyos que fueron condenados por la Santa Inquisición de la Nueva España a morir quemados vivos en la hoguera que estaba en el quemadero de San Lázaro de la entonces Ciudad de México, un 6 de noviembre de 1658, es decir hace 360 años”, informaron Adán Cuamatzi y Onan Vázquez, integrantes de “No dejarse es incluirse” y organizadores del festival.
Entrevistados por este reportero, los activistas de la diversidad sexual mencionaron que durante el presente año se han registrado tres crímenes de odio por homofobia en Puebla, así como una mayor cantidad en el resto del país.
Por su parte, la página creada en virtud del festival cinematográfico en turno refiere que el Cotita Fest tiene como propósitos los siguientes: generar un espacio de reflexión y diálogo en torno a las expresiones, historia y personajes de la comunidad LGBTTTI; ampliar el horizonte audiovisual de las y los jóvenes; reforzar la convivencia con las diferentes comunidades de la diversidad sexual en Puebla; y rendir un tributo a los artistas que se han atrevido a dar voz o representar gente gay, lesbiana o trans en el celuloide.
Dicho certamen comenzó el pasado 2 de octubre y concluirá el 11 de diciembre; está integrado por 11 filmes, entre los que destacan “We were here”, “El Bellavista” y “Este Pueblo necesita un muerto”, según uno de los organizadores.
El primero es un documental dirigido por David Weissman, que retrata los problemas personales que padecieron cinco hombres en los años ochenta tras la epidemia del SIDA. Mientras que “El Bellavista”, de Alicia Cano, es una “docuficción” uruguaya que habla sobre los prejuicios surgidos en un pueblo luego de que su centro deportivo se convirtió en un prostíbulo de personas transgénero.
Finalmente, “Este pueblo necesita un muerto”, de Ana Cristina Monroy, recupera la figura de un travesti colombiano, que no solo debe enfrentar la marginación a causa de su orientación sexual, sino también debido a su estatus económico, raza y físico.
Sin embargo, el Cotita Fest también amalgama algunas de las cintas de ficción más conocidas por las y los cinéfilos, las cuales promueven un discurso de tolerancia y solidaridad hacia la comunidad LGBTTTI, por ejemplo, “Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón” (de Pedro Almodóvar), “Juego de lágrimas” (de Neil Jordan) o “The Rocky Horror Picture Show” (de Jim Sharman).
EL APUNTE
Los interesados en dicho festival, cuya sede es el Secret Coffee and Beer (9 oriente 214), podrán disfrutarlo todos los martes de octubre, noviembre y la mitad de diciembre? a cambio de una cuota de ingreso de 35 pesos. Para informes más detallados se recomienda revisar las redes sociales de Vida Plena.