SAN DIEGO CALIFORNIA.- Anclado en la Bahía de San Diego, California, el USS Midway es un legendario portaaviones militar construido a finales de la Segunda Guerra Mundial y que tuvo una gloriosa carrera entre los años de 1945 y 1991.
Hoy en día, el buque que representa la libertad de Estados Unidos y que tiene 296 metros de longitud, alberga decenas de exposiciones y recibe anualmente a más de un millón de visitantes, de los cuales uno de cada cuatro son extranjeros.
Construido en tan solo 17 meses, este portaaviones fue el que estuvo más años al servicio de la Marina estadunidense en el siglo pasado, sin embargo, se perdió los combates de la Segunda Guerra Mundial porque fue comisionado para iniciar operaciones unos días después de que concluyó este enfrentamiento internacional.
El 11 de abril de 1992, el Midway fue dado de baja y permaneció almacenado en Bremerton, Washington hasta 2003, cuando se donó a una organización sin fines de lucro y un año después abrió sus puertas como museo en esta ciudad costera.
Este barco de guerra tiene en exhibición cerca de 30 aeronaves que fueron restauradas y que muestran al público cómo fue evolucionando esta industria en Estados Unidos para defenderse de los enemigos.
Desde lo alto del buque hasta la sala de máquinas principal, ofrecen a los visitantes un viaje de guerra único que cautiva por las espectaculares postales, sonidos, incluso, algunos aromas de este símbolo de la libertad estadounidense.
Desde su inicio y hasta 1955 fue considerado como el barco más grande del mundo, ya que tenía la capacidad de albergar a una tripulación de más de cuatro mil miembros, y hoy todo este espacio es posible recorrerlo a través de una narración en audio hecha por militares que vivieron la experiencia de combatir dentro del portaaviones.
En el Midway hay veteranos de guerra que estuvieron en este barco y que narran a los visitantes sus experiencias y anécdotas que permiten un recorrido histórico más profundo.
Midway también conocido como una “ciudad en el mar”, pues al concentrar a un gran número de personas contaba con los distintos espacios para que se pudieran realizar todas las actividades que comúnmente se hacen en tierra.
Es así como los visitantes, en un tiempo aproximado de tres horas y media, tiene la posibilidad de explorar las cocinas, los camarotes, baños, salas y el centro de operaciones del barco.
El emblemático museo de San Diego abre las 10:00 y cierra a las 17:00 horas, horario en que chicos y grandes tienen la posibilidad de tocar, incluso, subirse a alguno de los diferentes aviones de combates, bombardeos y helicópteros.
En la visita a este espacio, el público no debe dejar de descubrir cómo estaban acomodadas las aeronaves para despegar y aterrizar en lo que le conocen como el “aeropuerto más compacto” del mundo.
También es obligado un recorrido por debajo de la cubierta de vuelo para examinar dónde vivía el almirante y el centro de comando donde se orquestó la Operación Tormenta del Desierto, un plan de ataque que llevó a cabo Estados Unidos junto con otras naciones, en el marco de la invasión de Irak a Kuwait.
El portaaviones de San Diego es uno de los más emblemáticos de todo el país, ya que en sus 47 años de servicio participó en la Guerra de Vietnam y fue el buque insignia en el Golfo Pérsico durante la Operación Tormenta del Desierto.
Además cuenta con un área de simuladores de vuelo, donde el publicó vive la experiencia de maniobrar y combatir a bordo de una aeronave militar, así como pilotar un avión comercial.
Los simuladores, una espectacular experiencia para chicos y grandes se hizo posible gracias al apoyo que brindó la aerolínea estadunidense Southwest, como parte de la labor que realiza para beneficiar a las comunidades donde opera.