MÉXICO.- Víktor Borísovich Shklovski (San Petersburgo, 24 de enero de 1893-Moscú, 6 de diciembre de 1984), un destacado crítico, escritor de largo aliento y periodista, pionero del formalismo ruso, heredó a la humanidad una joya literaria que hoy cobra vigencia: “Memorias de la Revolución rusa. Viaje sentimental”.
Un total de 334 páginas bastaron a Shklovski para escribir una de las más memorables crónicas sobre la Revolución de Octubre. Es un recorrido por la Revolución, de febrero de 1917 a 1923, en el que retrata la caótica revuelta con que bolcheviques y mencheviques se disputaron el poder tras la caída de la Rusia zarista. Es una versión precisa para entender este tema.
La mirada de Shklovski, poeta y lingüista, refleja con sencillez lírica la lucha cotidiana que se libra ya en los frentes de Petersburgo, ya en los de Kiev o en los de Bakú, contra persas o alemanes, entre el Ejército Rojo y el Ejército Blanco. En estas crónicas desde el corazón de la Revolución rusa, el lector descubre un protagonista sumamente hábil.
Lo mismo maneja vehículos blindados que hacer estallar explosivos, es un combatiente que sufrió dos heridas de gravedad y que no obstante alcanzó los 91 años de edad. Pero también se encuentra a uno de los principales teóricos del formalismo ruso, que entre todas sus aventuras, narradas a un ritmo frenético, se abre paso cada noche.
Y lo hace en medio del hambre y el frío, de las detenciones arbitrarias y de sus épicas fugas, para registrar la crónica de uno de los acontecimientos más importantes del siglo XX, todo eso, porque Víktor Shklovski, escritor y crítico literario, entre cañonazos y hambre, organizó la unidad de explosivos, determinante para el resultado de la lucha.
También fundó la OPOIAZ, la Sociedad para el Estudio Teórico del Lenguaje Poético, donde se desarrollaron las principales teorías del Formalismo ruso. En español se han publicado sus obras: “Cine y lenguaje”, “Zoo o cartas de no amor”, “Sobre la prosa literaria”, “Maiakovski”, y “La disimilitud de lo similar. Los orígenes del formalismo”.
Víktor Shklovski, también autor de “Eisenstein”, “Marco Polo”, “La tercera fábrica” y “Érase una vez”, fue uno de los pioneros del llamado formalismo ruso, siendo el creador del concepto del extrañamiento. Luchó en la Revolución Rusa hasta alcanzar el cargo de Comisario Soviético. Profesor en San Petersburgo, creó un sello editorial especializado en literatura futurista.
De acuerdo con sus biógrafos, corría el año 1922 cuando, debido a su ideología política, tuvo que exiliarse en Berlín a lo largo de varios años hasta que pudo regresar a Rusia. El gobierno de Stalin lo obligó a retractarse de sus ideas y a no escribir y menos publicar ensayos. Al morir el dictador, Shklovski volvió a la literatura y a los guiones para cine.