PUEBLA.- En medio de una polémica entre el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Acción Nacional (PAN) y de manera sorpresiva, el presidente municipal, Luis Banck Serrato, llamó hoy al mediodía a regidores y secretarios a reunión. Ahí acordaron reducir el monto de la deuda para tener total control de la misma y no depender de las decisiones del Congreso. Luego, ello se anunció en una rueda de prensa: de pretender un financiamiento por 2 mil millones de pesos, se buscan ahora menos de 300 millones.
Ha sido una semana vertiginosa para el ayuntamiento de la ciudad pues el sábado llamaron a una reunión urgente a los regidores para anunciarles que se le presentaría una petición para obtener un “techo de financiamiento” por 2 mil millones de pesos, que representa el 50 por ciento del actual presupuesto para la ciudad. Desde entonces algunos regidores, los del PRI y los del yunque principalmente, mostraron sus inconformidades.
El asunto se sometió a votación el miércoles pasado en la sesión de Cabildo, pero momentos antes se acordó reducir la pretensión a menos de la mitad, exactamente 800 mil pesos. Los regidores del PRI se opusieron, los del yunque cedieron tras las reuniones con el edil. Entonces el asunto pasó a manos del Congreso y los diputados del PRI anunciaron que harían lo mismo que sus compañeros regidores.
Los últimos dos días de la semana pasada dirigentes, afiliados y bots tomaron Twitter como ring y se acusaron de endeudar a Puebla, la discusión fue llevada a quién endeudó más y acusaciones de corrupción.
Los diputados que integran las comisiones de Patrimonio y Hacienda y de Presupuesto confirmaron a Leviatán que estaba planeada una sesión en la que esperaban poder emitir el dictamen pero cerca de la una de la tarde, justo cuando Banck estaba con su gabinete y regidores, les avisaron que la reunión se cancelaba. Primero les avisaron que se reprogramaría para la noche de hoy, luego que para mañana, y finalmente que ya no había fecha para la reunión.
Cerca de las 14:30 horas todo comenzó a cobrar sentido pues el presidente municipal anunciaba que desistía de pedir el techo financiero al ayuntamiento y en cambio recurrirían a un decreto del 2014 que les permite a los ayuntamientos obtener una línea de crédito bajo dos condiciones que se obtengan el monto máximo a través de la Secretaría de Finanzas del estado y que la deuda se pague antes de que termine la administración, es decir antes de octubre del 2018.
Regidores comentaron que se espera obtener cerca de 150 millones de pesos, la mitad de los cuales se ocuparán para pavimentar unas 40 calles y el resto para equipamiento de la policía municipal. El destino de los recursos fue confirmado por el presidente municipal pero evadió consistentemente durante la rueda de prensa hablar del monto por el que se endeudarán.