SAN ANTONIO.- El adolescente mexicano Johnny Serna Ramírez despertó tras permanecer casi tres días inconsciente en un hospital de San Antonio, Texas, luego de sobrevivir al traslado en la caja de un tráiler en una fallida operación de contrabando de indocumentados que provocó 10 muertos.
Serna Ramírez, de 18 años, formaba parte de un grupo de cuatro jóvenes que hace dos semanas salió de la comunidad de Calvillo, en el estado mexicano de Guanajuato, para cruzar la frontera y buscar trabajo en Estados Unidos.
Los cuatro viajaron, junto con decenas de inmigrantes más, en la caliente caja del tráiler que llegó a San Antonio la noche del sábado, y en la que ocho murieron víctimas de asfixia y calor y 31 fueron rescatados con vida.
Dos inmigrantes más fallecerían luego en los hospitales en los que estaban siendo atendidos.
De los cuatro jóvenes calvillenses, dos concluyeron el viaje en buenas condiciones y fueron recogidos por los contrabandistas antes de que la situación del tráiler fuera reportada a las autoridades.
Otro, identificado como Mario Alberto Ramírez Méndez, de 24 años, se recuperó rápidamente y fue dado de alta para ser entregado a agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), que lo mantienen en un centro de detención en San Antonio.
Serna Ramírez fue el más perjudicado de los cuatro, pero logró sobrevivir al traslado y este martes dio señales de recuperación en el Southwest General Hospital, de San Antonio, donde otros indocumentados que viajaron en el mismo tráiler permanecen aún inconscientes.
El Southwest General Hospital, en el suroeste de San Antonio, es uno de los más cercanos al sitio donde fue estacionado el tráiler y es una de las siete clínicas locales a donde fueron trasladados los sobrevivientes del viaje.
Salvador Marín, un pariente lejano de Serna Ramírez, habló con Notimex de la recuperación de su familiar, mientras gestionaba una carta en el Departamento de Trabajo Social del Hospital para ayudar con los trámites de la visa humanitaria que sería otorgada a los padres del joven para que viajen a Estados Unidos y puedan visitarlo.
Los padres ya se encuentran en la comunidad fronteriza de Nuevo Laredo, en el estado mexicano de Tamaulipas, a la espera de la visa.
Marín informó que esta era la primera vez que su pariente cruzaba a Estados Unidos, e iba con rumbo a la comunidad de Glenwood Springs, Colorado, donde tiene familiares y donde esperaba encontrar trabajo.
José Manuel Velasco, secretario de Gobierno en el ayuntamiento de Calvillo, viajó a San Antonio, para auxiliar a sus paisanos, uno en el hospital y el otro en el centro de detención, así como para atender también a los familiares que vendrán a verlos.
Velasco informó que el grupo de cuatro jóvenes de Calvillo viajaron con otros más originarios del estado de Aguascalientes.
Dijo que dos de ellos, que fueron recogidos por los traficantes en el estacionamiento del Walmart donde se paró el tráiler en San Antonio, pudieron continuar el viaje y ya se reportaron con sus familiares de que llegaron bien a su destino final.
Velasco no reveló sus nombres, ni los lugares del interior de Estados Unidos a donde viajaron.
Calvillo es una comunidad rural, de 60 mil habitantes, dedicada a la agricultura y al turismo que tiene una vasta población migrante, dijo Velasco.
La cancillería mexicana informó la víspera que de los 10 inmigrantes que murieron, cuatro han sido identificados como mexicanos, sin que se conozca aún el nombre, las edades y el origen de ellos, aunque se sabe que todas las víctimas fatales son hombres adultos.
De los 29 que se encontraban ayer hospitalizados, 21 fueron identificados ya como mexicanos.
Uno de los mexicanos que sobrevivió al traslado, Adán Lara Vega, de 27 años, fue entrevistado por reporteros de la agencia Asocciated Press (AP) en la cama de hospital donde se recupera.
Lara Vega es probablemente el inmigrante que es identificado con las siglas A.L.V en la denuncia criminal de los hechos presentada en una corte federal en San Antonio para apoyar la acusación en contra del conductor del tráiler, James Matthew Bradley, de 60 años.
El gobierno de Guatemala informó que uno de sus connacionales, a quien identificó como Frank Guisseppe Fuentes González, de 20 años, se encontraba entre las 10 víctimas fatales y que otros dos guatemaltecos de 17 y 23 años de edad, habían logrado sobrevivir.
Los inmigrantes internados en los diferentes hospitales de San Antonio están siendo custodiados por agentes de ICE y de otras corporaciones federales, al ser testigos potenciales de un delito que resultó en la muerte de 10 de sus compañeros.
De acuerdo con funcionarios consulares mexicanos, varios inmigrantes afectados podrían recibir visas al ser víctimas de un crimen y por colaborar con las autoridades en la persecución de los traficantes, otros podrían ser también deportados.