MÉXICO.- La diputada local perredista, Beatriz Olivares Pinal, presentó un punto de acuerdo para desarrollar una legislación que prevenga el acoso cibernético y similares que en el uso de las nuevas tecnologías de la información atenten contra la dignidad humana.
La también presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte de la Asamblea Legislativa en la Ciudad de México, dijo que las vías más usuales para este tipo de acoso son el teléfono celular, seguido del Internet y las cámaras del celular o de la computadora, además que las mujeres representan casi la mitad de los internautas mexicanos.
De acuerdo con el INEGI, 35.82 por ciento de menores de edad de primarla y secundarla se han involucrado directamente en violencia social online, mejor conocido como ciberacoso.
En el punto de acuerdo aprobado por el pleno, que presentó a nombre del asambleísta por el Partido de la Revolución Democrática, Víctor Hugo Romo, la legisladora invitó a las asociaciones civiles y expertos académicos a participar en diversas mesas de trabajo con la Asamblea Legislativa, para abordar este asunto y tratar de regularlo.
Convocó también a la Comisión de Derechos Humanos, a la Comisión para Prevenir la Discriminación, al Instituto de Acceso a la Información Pública, a la Procuraduría de Justicia, así como a la Secretaría de Seguridad Pública y a la Secretarla de Gobierno capitalinos.
Manifestó que el acoso cibernético es un acto agresivo e intencionado llevado a cabo de una manera repetida y constante a lo largo del tiempo, mediante el uso de formas de contacto electrónicas, por parte de un grupo o de un individuo contra una víctima que no puede defenderse fácilmente.
Detalló que existen páginas, blogs, redes sociales que se han utilizado para dañar la dignidad de las personas, bajo un esquema de falsa identidad o plataformas virtuales que hacen publicaciones para acosarlas.
Desafortunadamente, el 99 por ciento de estas publicaciones son en contra de las mujeres, por lo que se debe señalar que es un tema de violencia de género, sin embargo, no se encuentra reconocido en el catálogo de delitos sexuales o cibernéticos, ni en la Ley General de Acceso a una Vida sin Violencia, puntualizó Olivares Pinal.
