PUEBLA, MÉXICO.- Detrás de la fachada cargada de buenas intenciones, proporcionar herramientas para la superación personal, dejar atrás complejos y problemas emocionales, las empresas de coaching o entrenamiento de vida son sectas cuyo único interés es monetario y que utilizan técnicas fraudulentas para “enrolar” a más y más personas.
Lo que hacen carecen de sustento profesional, no tiene ética y constituye además un riesgo a la salud mental de quienes son cooptados. Esas son las conclusiones del doctor en psicología Héctor Cerezo, quien pasó cuatro años investigando a empresas como Life Training México, Atlantis, Mexi Works y muchas otras.
El resultado de sus indagatorias, que incluyen entrevistas con coachs, clientes de las empresas, y su experiencia personal dentro de ellas, se concentrará en un libro que próximamente verá la luz y que se editará bajo el título La Decadencia del Humanismo, en clara referencia a lo que prometen: hacer mejores seres humanos colocando como objetivo central la felicidad, alcanzada mediante la “simple” voluntad de salir adelante.
Esa es justamente una de las mentiras que las empresas de coaching utilizan como bandera sin ningún reparo, afirma Cerezo, “buscan enseñar a la personas a ser felices, no a pensar” y proponen que el desarrollo humano se alcanza mediante cursos de un par de días, convirtiendo a la felicidad en un axioma supremo de su doctrina, pretendiendo que la gente se olvide de estructura sociales, “del presidente incompetente que tenemos, el poco crecimiento económico que experimenta México, la idea de estas sectas es hacerte creer que todo tiene que ver con tus ganas y motivación”.
LA FÓRMULA DE LA FELICIDAD
Su método raya en lo ilegal pero comercialmente es altamente efectiva, señala Cerezo, quien indica que por ello tan sólo en la región centro del país hay 140 empresas dedicadas a adoctrinar mexicanos. En otros países, sin embargo, algunas de estas empresas tienen prohibido operar toda vez que se ha exhibido el fraude que constituyen al intentar “usurpar” tareas que sólo serían propias de psicólogos y psiquiatras. Tal es el caso de Argentina, España y Francia.
Reúnen, explica, todas las características de una secta, aunque a sus promotores esto les resulte odioso: realizan concentraciones de sus clientes en sesiones muy prolongadas con el objeto de dejarlos exhaustos y en consecuencia vulnerables; utilizan técnicas “pseudopsicológicas” para continuar con el estado de alteración; unas de sus reglas básicas son “lo que aquí pasa, aquí se queda”, dando un toque especial mediante el secreto a la cofradía, desarrollan símbolos para identificarse y diferenciarse del resto de los ciudadanos que aún han sido alcanzados por la sabiduría a la que ellos ya accedieron. El más común: el pegote de la palma de una mano con los dedos largos extendidos y el pulgar doblado hacia dentro.
Pero además desarrollan un lenguaje propio del adoctrinamiento con frases que repiten cada ocasión que la consideran oportuna y quienes ya han sido adoctrinados, no pierden oportunidad de ser “felices” repetir palabras como “lo decreto”, “si lo crees lo creas”, “estás en tu ser”, “estás en tu nerd”, “no seas víctima”, ello porque para el coaching “los problemas no son estructurales o sociales, son individuales, tú tienes la culpa”.
LAS TÉCNICAS
Algunas empresas de coaching motivan a sus clientes a realizar lo que denominan “estiramiento” que se trata de realizar tareas utilizando un disfraz y vender abrazos, pedir limosna, fingir que son monjas y otras parecidas, relata Cerezo quien afirma que esta técnica es particularmente muy utilizada por una de esta empresa llamada Mexi Works ubicada a un costado de la tienda de auto servicio Comercial Mexicana de la 5 Sur entre la 17 y la 19 Poniente.
Esta actividad de coachear a las personas no se ha circunscrito a generar personas “felices”, sino que ahora hay coaching para adolescentes, para profesores, para padres de familia y peor aún, los departamentos de recursos humanos de muchas empresas se han convertido en espacios de coaching, lo cual según el experto tiene una explicación fácil y lógica: es más sencillo y barato motivar mediante porras a un empleado que darle condiciones laborales justas con oportunidades de crecimiento, siempre será mejor hacerlo creer que sus ingresos están en función de su desempeño y no de las ganancias de la empresa.
LAS CONSECUENCIAS
Todo el adoctrinamiento que estas empresas promueven en la mayoría de las ocasiones requiere tratamiento psicológico para superarlo y en su experiencia profesional ha conocido casos que el coaching separa familias, por ello las autoridades mexicanas deberían atender la situación, dice Cerezo tras su investigación financiada por el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente.
El éxito de estas empresas en el fondo es la misma razón por la que los libros de autosuperación son best sellers en México: “la gente quiere una receta para ser feliz, no quiere pensar, pensar implica un trabajo por el que no quieren pasar”.
