PUEBLA, MÉXICO.- El hecho de que el presidente municipal de Tecamachalco, Inés Saturnino López Ponce, sea un hombre misógino y violento, ha derivado en que no sólo las mujeres que trabajan en el ayuntamiento sean objeto de violencia, sino que también impacte en la sociedad.
Esto lo acusó la regidora Ruth Rodríguez Huerta, quien ha vivido los ataques por parte del edil emanado de Acción Nacional así como de sus funcionarios, por lo que incluso ya cuenta con protección de instancias federales, al momento de apuntar que el problema no es sólo de las servidoras públicas sino de todas las habitantes del municipio.
Comentó que en las últimas fechas ha habido un incremento en casos de violencia familiar y de suicidios en la comunidad, propiciado en parte por la falta de políticas públicas de parte del ayuntamiento para atender estos casos; “cómo vamos a ser buenos gobernantes sino podemos limitar o no podemos detener la violencia que se vive, el presidente no tiene los valores para crear políticas públicas que limiten la violencia”.
Rodríguez Huerta describió que fue ha sido a raíz de las críticas que ha hecho de la forma de gobernar de López Ponce que ha sido agredida físicamente por él así como por otros funcionarios, y que además el panista cuenta con un grupo de choque conformado por mujeres con la orden expresa de agredir a las funcionarias que opinen diferente.
La regidora de Movimiento Ciudadano ha sufrido esguinces en el cuello, así como otro tipo de lesiones por los jaloneos, empujones, golpes y demás agresiones que ha recibido, pero de parte de la autoridad local la respuesta ha sido nula.
Por ejemplo, aunque se presentó una primera denuncia, la Dirección General para la Atención de los Delitos Relacionados con Servidores Públicos se negó a recibirla argumentando que dado que se trataba de una cuestión de género debía ser atendida por la Dirección de Atención a Delitos Sexuales, de Violencia Familiar y Delitos Contra la Mujer, aunque el responsable fuera el alcalde, lo cual ha retrasado las investigaciones al respecto.
Además, pidió la intervención de la Comisión de los Derechos Humanos del Estado, la cual no ha podido emitir medidas cautelares bajo la justificación de que el ayuntamiento de Tecamachalco no ha respondido a los requerimientos que se le han hecho.
“Este no es el caso de violencia contra una regidora es contra una mujer donde un aparato gubernamental que protege a un hombre violeto y misógino que tiene poder”, reprochó la regidora, e insistió que existe una omisión directa tanto de las instancias de impartición de justicia como de la dirigencia de Acción Nacional para proteger a un alcalde que “le molesta que las mujeres piensen”.
Ante esta falta de respuesta de las autoridades locales, recurrió ante la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) -instancia a la cual han recurrido otras dos regidoras de Tecamachalco-, donde se ordenó como medida cautelar que Rodríguez Huerta sea custodiada por elementos de la Policía Federal para garantizar su seguridad.
Pese a estas medidas de protección, la militante de Movimiento Ciudadano ha tenido que tomar medidas extremas, como es el ya no ir a trabajar a las instalaciones del ayuntamiento y más bien rentar oficinas particulares para sentirse más segura.
Agregó que en las pláticas que ha tenido con el titular de la Fepade, Santiago Nieto, éste le ha dicho que “Tecamachalco es un foco rojo en cuanto a la violencia política y de género, pues no es la primera vez que se toca el tema y está preocupado porque sabemos los antecedentes de violencia que hay en la región”.