¿Culpable o inocente? Pasó dos años en prisión acusado de matar a su novia

  • Escrito por  Josué Mota
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PUEBLA, MÉXICO.- Jovany D. asesinó el 7 de noviembre de 2014 a su exnovia Monserrat. Con engaños la llevó a su casa, con un lazo la estranguló hasta quitarle la vida y entonces decidió pedirle ayuda a uno de sus amigos para deshacerse del cuerpo; juntos la subieron a un triciclo como los que utilizan los pepenadores y la llevaron hasta la planta de tratamiento de Libres. Entonces ató una piedra a su cuerpo con una cuerda, y la arrojó al agua con la esperanza del que peso evitara que flotara. Luego indicó a su cómplice que llamara la familia de Monserrat y pidiera dinero fingiendo que la tenían secuestrada; así lo hizo, aunque no contaban con que el cuerpo finalmente flotara y fuera descubierto…

Al menos esa es la versión del agente Ministerio Público de la Fiscalía General del Estado (FGE) asentada en la causa penal 2/2016, cuyas acusaciones se basaron principalmente en la declaración del cómplice de Jovany, Héctor.

Pero Jovany está libre tras dos años en prisión, a punto de casarse con su nueva pareja.

¿QUÉ PASÓ?

Hay varias razones que llevaron a un juez a declararlo “inocente”, ordenando  su libertad inmediata, dice el abogado de Jovany, José Luis Montaño, pero una de ellas es fundamental: durante el juicio oral Héctor negó haber inculpado a Jovany en sus declaraciones, y afirmó que fue “obligado” a declarar todo lo anterior; incluso dijo nunca antes haber tratado con él.

Montaño afirma que había varias pruebas periciales que debieron hacer dudar al Ministerio Público de la versión con la que montaron su caso, como el hecho de que la necropsia de Monserrat señalara que murió a causa de un estrangulamiento, aunque no hay huellas (surcos en el cuello) de que se utilizara un lazo o algo similar, sino que indican que se ejerció presión sobre la parte frontal de la garganta, lo que indica que el asesinó utilizó las manos.

Además, había al menos dos testigos que señalaban que Jovany —de oficio aprendiz de carpintero— trabajaba con su maestro en un proyecto el día del homicidio justo a la hora en que, de acuerdo con la supuesta acusación de Héctor, habría ocurrido el crimen.

No se tomó en cuenta tampoco que la casa de Jovany donde según la causa ocurrió el homicidio es además tortillería y se rentan cuartos que están habitados, por lo que cometer en ese lugar un crimen hubiera posibilitado la existencia de testigos que al menos escucharan algo. 

¿OTRO HOMICIDA?

Según el abogado lo más grave es que había indicios de que otra persona estaría involucrada en el homicidio, los cuales fueron ignorados; eso quedó de manifiesto durante el juicio realizado en la Casa de Justicia Penal de Teziutlán cuando una amiga de la víctima fue presentada como testigo de la Fiscalía.

Monserrat trabajaba en una zapatería ubicada en una pequeña plaza comercial y su mejor amiga trabajaba en un local cercano, por lo que mantenían contacto la mayor parte del día no sólo físicamente sino a través de conversaciones en Whatsapp.

Cuando ella mostró los mensajes durante el juicio se advirtieron varios aspectos, entre ellos que Monserrat le escribió en diversas ocasiones que alguien la “espiaba” en el trabajo y se sentía “temerosa” por ello.

También en una conversación escriben sobre un problema que enfrentaba Monserrat: posiblemente estaba embarazada de su nuevo novio y él le había pedido que no tuvieran al bebé.

DE UN CABO SUELTO A LA IMPUNIDAD

Montaño afirma que pese a que la FGE siempre supo de estas conversaciones no se dieron a la tarea de interconectar esta situación con el hecho de que el cadáver sólo presentaba dos lesiones: la de estrangulamiento y otro golpe severo en el área abdominal.

Tampoco se investigó que —según lo que obra en la causa— la víctima habría pasado a una tienda a comprar dos pantalones de hombre talla 32, horas antes de su desaparición. No se investigó tampoco que según la cronotanatología (fecha estimada de la muerte) emitida por los forenses, la muerte de Monserrat ocurrió entre el 8 y el 13 de noviembre, lo cual no coincide con la versión que supuestamente dio Héctor que señala que el mismo 7 de noviembre Jovany cometió el homicidio.

Todo ello llevó, sumado al desistimiento de algunos testigos, llevó a que el pasado 27 se septiembre se absolviera a Jovany y fuera puesto en libertad.

Las autoridades apelarán la resolución del juez, pero Montaño confía en que tienen pocas posibilidades de revertirla. En cambio sostiene que desde la FGE se está cometiendo un doble agravio: se inculpa a inocente que pasó dos años de su vida en prisión, y el asesinato de una jovencita queda impune.

 

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