Víctimas de feminicidio ya habían denunciado agresiones

Puebla.- Sandra salió como cada mañana temprano para acompañar a su hijo de 12 años a la escuela. Mientras caminaban sobre la avenida Margaritas en la Tercera Sección de la colonia San Ramón, platicaban sobre cosas de la vida cotidiana, cuando fueron interceptados por Eliseo, su expareja de quien se había separado meses atrás por la violencia que sufrió con él.

No tuvieron tiempo de reaccionar. Él sacó su arma y disparó tres veces contra ella, mientras su hijo se quedó congelado sin saber qué hacer. Ahí, ese 7 de septiembre de 2016, terminó para Sandra no sólo su vida sino el circulo de violencia en el que vivió por mucho tiempo.

Este es tan sólo uno de los cuatro casos -por lo menos- que se tienen documentados en los cuales mujeres que acudieron a denunciar ante las autoridades la violencia que sufrían terminaron siendo asesinadas por la falta de atención en el Centro de Justicia para Mujeres.

Así como Sandra Nava, Arely Pacheco, Yolanda N. y Vanesa López habían denunciado las agresiones que sufrieron por parte de sus parejas pese a lo cual fueron asesinadas el año pasado, aunque el número de feminicidios que se pudieron prevenir al existir una denuncia pueden ser más.

Esto lo denunció Vanesa, a quien le ha tocado vivir en carne propia el mal trato por parte de las trabajadoras del Centro de Justicia para Mujeres, además de que en más de un año desde que denunció las amenazas de muerte de su pareja no ha pasado nada al respecto.

Fue el 30 de septiembre de 2015 cuando acudió al Centro de Justicia a presentar la denuncia, y a pesar de la situación de riesgo en la que se encontraba no se le ofrecieron las órdenes de protección, además de que tardó meses en poder ver el expediente de su denuncia. “Fue hasta que me acerqué con una asociación que ahí me dijeron que de acuerdo a los protocolos yo tenía que ver los expedientes cada vez que me presentara”, comentó.

Pese a esto, el proceso ha sido lento, al grado que tuvo que presentar una denuncia en el estado de Tlaxcala porque su pareja le jaló los cabellos, en espera de que esta avance más rápido.

Vanesa -quien omitió dar su apellido por seguridad- acusó además que cuando una mujer acude a presentar una denuncia en el Centro de Justicia se debe enfrentar al “trato injusto” que dan las trabajadoras de la unidad.

“Las licenciadas tratan que no denunciemos, a una compañera le dijeron que como no estaba casada por el civil no era esposa, entonces que no tendría privilegios y que mejor se fuera a mediación para que el papá de sus hijos le diera dinero; además le dijeron que si denunciaba no se podía ir a la casa porque entonces la queja se iba abajo”, recordó molesta al señalar que esto es sólo una forma con la cual las funcionarias públicas buscan aprovecharse de la ignorancia de las mujeres.

En esto coincidió Angélica, quien si bien no ha sufrido en carne propia este tipo de situaciones ha dado acompañamiento a víctimas que acuden al Centro de Justicia y que sólo terminan siendo revictimizadas.

“Tratan a las mujeres víctimas de violencia o de intento de feminicidio como pacientes psiquiátricos, les mandan a decir que estén tranquilas que están muy nerviosas, es un trato poco sensible, las minimizan y las vulnerabilizan”, describió.

Además del trato condescendiente existe una falta de información sobre los mecanismos que tienen las mujeres para pedir justicia, pues las trabajadoras del ministerio público evitan dar este tipo de detalles a las víctimas.

“Todo lo hacen para que no se levanten las denuncias, les dicen lo que puede pasar como una forma de intimidación para que al final la mujer se desista y se sienta agotada y poco respaldada”, señaló Angélica, al apuntar que lo correcto sería que se le planteen todos los escenarios posibles a las mujeres que acuden y que se les señalen los diferentes tipos de protección que tienen legalmente para que puedan salir adelante.