"El Cuije", líder de Los Zetas en Puebla, recibe 36 años de prisión

PUEBLA, MÉXICO.- Gonzalo Gerezano Escribano, alias el "Z-18" o "El Cuije" detenido el 19 de noviembre de 2010 en la colonia Revolución Mexicana de la ciudad de Puebla —acusado de cometer al menos 20 secuestros con los que amasó una fortuna superior a los nueve millones de pesos— recibió esta semana una sentencia de 36 años de cárcel y una multa a pagar por 46 mil 299 pesos con 50 centavos.

Fue en el Juzgado Séptimo de Distrito de Procesos Penales Federales donde se le dictó la sentencia condenatoria del líder del cártel de Los Zetas en Puebla, además de otras seis personas responsables de los delitos de delincuencia organizada, delincuencia organizada con la finalidad de cometer el delito de secuestro, privación ilegal de la libertad en la modalidad de secuestro y posesión de armas de fuego de uso exclusivo del ejército.

El Ministerio Público de la Federación comprobó que las siete personas participaron en al menos 20 secuestros.

Los sentenciados se encuentran recluidos en los Centros Federales de Readaptación Social número 4 Noreste, ubicado en Tepic, Nayarit; número 5 Oriente en Villaldama, Veracruz y en la Comisaría de Reinserción Femenil del estado de Jalisco.

EL PERFIL

Gerezano Escribano, El “Z18”, “El Cuije” o "El Chaparro", nativo de Nogales, Veracruz, ingresó al Ejército Mexicano el 25 de abril de 1992 y llegó a ser miembro del Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (élite) conocido como GAFE y luego comisionado en las Fuerzas Federales, tras su baja voluntaria el primero de mayo del 99, se llevó a otros 40 elementos para formar parte del cinturón de seguridad del exlíder del Cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén.

Entre el personal que dejó la milicia para seguirlo, estaban Sergio Enrique Ruiz Tlapanco, “Z-44” o “El Tlapa”, detenido en la colonia San Manuel de la ciudad de Puebla en septiembre de 2009 y Arturo Guzmán Decena, “Z1”, originario de esta ciudad y quien perdió la vida en un enfrentamiento con militares en noviembre del 2002 en Tamaulipas.

El “Z-18” después se convirtió en el líder de los Zetas en Puebla, siendo considerado uno de los delincuentes más buscado en México y Estados Unidos; llegaron a ofrecer por información que permitirá su captura, una recompensa de 30 millones de pesos.