Fotografía: Janet González

Agustín Monsreal recibe homenaje en Preparatoria Zapata de la BUAP

En CAMALEONES Janet González

PUEBLA, MÉXICO.- En la actualidad, la literatura breve o minificción ha cobrado un gran auge, está floreciendo, saludabilísima y creciendo más y más; contagiando a muchísimos escritores que antes se iban por escribir obras mayores y que ahora se están dando cuenta de que la obra mayor está en la brevedad, dijo Agustín Monsreal durante el homenaje que le rindió la Preparatoria Emiliano Zapata de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).

En entrevista para LEVIATÁN, explicó que la minificción abre las puertas a cualquier narración ya sean provenientes del ingenio, la inteligencia, el humor o el sarcasmo, sin sujetarse a reglas de un género en especial.

El autor de Amores de nunca acabar expresó que la poesía es la raíz de su formación literaria, en sus palabras “una necesidad de decir o expresar lo que se traiga en el buche”.

“Ante estos tiempos violentos, no sólo la literatura sino la cultura en general, desde mi punto de vista, es lo único que puede detener la violencia. Lo que tiene la cultura y cualquier rama del arte es que nos lleva a un despertar de la conciencia y a una toma de posición frente a la realidad; entonces no es tan fácil que un momento dado actué la violencia impunemente. Dicen que no se pueden enfrentar las balas con poemas, pero sí se puede y finalmente ganan los poemas porque las balas se acaban y los poemas crecen y se multiplican”.

Para Agustín Monsreal no se debe estar en contra de la violencia sino a favor de la pacificación, endonde un cambio del lenguaje cambia la mentalidad de las personas y entre más se multiplique este pensamiento mayor será su impacto en la transformación de la violencia que se vive no sólo en México sino en el mundo.

Para ello, concluyó que el principio transformador está más allá de los planes de estudios pues los jóvenes, a pesar de estar en la escuela deben ser autodidactas, deben ir más allá de la academia, del aula y de los planes de estudios.

“Hay que tener cuidado con los seres menores, señaló, porque estos seres con poder son los más peligrosos, como son tan menores buscan pisotear a quien sea y se convierten en un peligro. Cada quien desde su trinchera debe hacer frente a todas estas situaciones no con la violencia, sino con la organización y con fuerzas positivas para lograr un cambio, que empieza por modificar las conductas agresivas de uno mismo y que son contrarias a la salud emocional, social; sólo la unión hace un posible cambio”.

Deja un comentario

Your email address will not be published.

*

LO ÚLTIMO DE CAMALEONES

Ir Arriba