Fotografía: Janeth González

“Morir para vivir”, testimonio que busca que el lector celebre la vida

En CAMALEONES Janet González

PUEBLA, MÉXICO.- Morir para Vivir es el testimonio de vida de Mónica Espín Iturbe, que narra desde el momento en que se le diagnosticó  cáncer de mama, la transformación que vivió durante el tratamiento y cómo logró superarlo, al tiempo de hacer de esta vivencia una forma para ayudar a quienes también están pasando por la misma situación: “primero quise hacer algo por los demás, empecé a preparame, a dar terapias y llegó el libro, donde mi único objetivo es ayudarte a ser feliz”, dijo la autora al presentar su libro.

En entrevista, Mónica Espín relata los momentos más difíciles y emotivos que ha vivido en los últimos cuatro años y cómo transforma todo ello en palabras.

“Lo que me conmovió hasta las lágrimas al escribir el libro, es el momento en el que recuerdo que estaba en el quinto piso del Hospital Puebla esperando al doctor. Yo ya sabía que era cáncer lo que tenía. Cuando entro al baño y recordar mi mirada llena de tantas emociones contenidas, esa parte aún me mueve, aún no olvido esa mirada”.

Recuerda: “Cuando el doctor me dice que tengo cáncer siento que se me cae el mundo, me fracturo y veo pasar toda mi vida, veo que la vida se me va; porque cuando escuchas esto piensas en que realmente vas a morir”.

VIVIR INTENSAMENTE

Para la comunicóloga y terapeuta en tanatología, vivir intensamente se convierte en el arma para luchar contra el cáncer que amenazaba su vida.

“Recuerdo el día de la mastectomía, estaba acostada en la cama y le dije a mi mamá: debe darte mucha paz verme en esta actitud, he tomado las riendas de mi vida y no me voy a dejar vencer. No quiero que me victimicen, el tiempo que me quede, porque no sabía si me iba a morir, lo voy a vivir intensamente no pienso desperdiciar un momento de mi vida. Verme así le dio mucha calma a mis hijos (…) El impacto del cáncer fue decir vive lo que tengas que vivir y haz lo que tengas que hacer”.

Detalla la autora: “Al año de pasar por todo esto exactamente a los ocho días de firmar el divorcio, esta era una etapa de mucho caos en mi vida, voy al Instituto Humanista de Terapia Gestalt decidida a estudiar porque quería ayudar a los demás desde el impacto que había vivido. Hice mi tesis sobre mujeres en etapa de remisión de cáncer de mama con el fin de que resignifiquen su vida y evitar una recaída; porque si una forma de vida te lleva a enfermar es necesario hacer cambios para no recaer y si no tiene nada que ver por lo menos haces cambios para empezar a ser feliz o más feliz”.

AUTOEXPLORACIÓN

Espín Iturbe nos revela que actualmente 1 de cada 8 mujeres padece cáncer de mama, dentro de las terapias de acompañamiento que da a quienes lo padecen ha atendido a unas 300 mujeres en dos años y medio, la más joven con tan sólo 18 años de edad. Además brinda apoyo emocional a través de la tanatología al Grupo RETO Puebla A.C., en el Hospital del norte y a cualquier persona que lo necesite.

“Parte de mi trabajo es promover la autoexploración como parte de la detección oportuna. Las mujeres no tenemos esta conciencia, lo vamos dejando por descuido o por comodidad pero este hábito puede salvar muchas vidas. Recomiendo la autoexploración desde los 15 años de edad, a partir de 25 ir con un oncólogo y a los 30 hacerse una radiografía de las glándulas mamarias”.

PALABRAS DEL CORAZÓN

Respecto al libro, la escritora comenta que “es dar un abrazo a quienes me lean, porque en él les muestro mi alma en un intento de que sean felices. Nadie escarmienta en cabeza ajena pero los invito a que entren en mi cabeza y mi corazón para que escarmienten y hagan cambios en su vida. Los poemas empecé a escribirlos hace cuatro años, los escribía cuando me llegaba la pasión, los poemas salieron del corazón y hasta a mí me sorprenden; pero después de escribirlos sentía que algo más me faltaba”.

Revela que en noviembre de 2016 empezó a escribir toda la transformación de su vida, “en él hablo de mis muertos que sigo sintiendo presentes, de mi infancia, de las personas que influyeron en mi vida y de la transición desde el diagnóstico hasta ahora”.

Por último recomienda a las personas que están pasando por la etapa del diagnóstico “no pretendan calmarse; durante el impacto dejen que fluyan los miedos y piensen que están tomando conciencia acerca de vivir la vida, de poder amar y decirlo, de despertar todos esos sueños, y demostrar todo el amor hacia las personas que amas, porque hasta en eso somos codos nos guardamos los sentimientos. No están solos, todo lo que están viviendo y sintiendo, muchos lo hemos sentido o algo parecido. La vida no se detiene, la vida sigue. No se olviden de vivirla”.

El libro “Morir para Vivir” se presentará en la Casa del Puente, en San Pedro Cholula, el 23 de agosto a las 17:00 horas,

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