URUGUAY.- Desde hace años, el debate sobre el uso de la marihuana cada vez se ha hecho más popular no sólo en la parte medicinal, sino también recreativa. Si bien muchas naciones están convirtiendo este tema en algo primordial en sus negociaciones internas, aún existen hay personas que aseguran que legalizar su uso sería algo contraproducente para la seguridad y salud de un país.
Uruguay es quien comienza a poner el ejemplo sobre el tema gracias a sus políticas sobre el cultivo, consumo y venta de marihuana. Fue en el 2012, cuando el gobierno del entonces presidente José Mujica, anunció un proyecto de ley para la legalización del comercio de esta planta, el cual sería regulado y controlado por el estado. La iniciativa llamó la atención de diversos sectores alrededor del mundo, desde los que luchan por la legalización a nivel mundial hasta los que están en contra.
Sin embargo, el 4 de julio del 2013, el parlamento uruguayo aprobó el proyecto de legislación donde se estipula la cantidad que puede venderse, bajo que instancias estaría regulado y los permisos para las empresas privadas en cuanto al cultivo. El 24 de diciembre del mismo año se promulgó la norma pero fue hasta este año cuando oficialmente comenzó la venta de cannabis.
El 19 de julio fue el primer día oficial para la venta legal. Las filas estaban presentes desde las 8 de la mañana afuera de las 16 farmacias acreditadas a lo largo de Uruguay. Para poder comprar, es necesario que la persona sea residente del país, tener 18 años cumplidos e inscribirse al registro oficial de Correo ya que para la venta es necesaria la huella de la persona.
Las filas durante la primera jornada fueron interminables por lo que la mercancía que tenía cada negocio no pudo abastecer la demanda. Se cree que, por ley, el Instituto de Regulación y Control de Cannabis (IRCCA), es quien debe proveer la ayuda para que los establecimientos puedan reponer los productos que van terminándose y se espera que entre este fin de semana y el lunes llegue más mercancía a las farmacias.
Uruguay se convirtió en el primer país que legalizó el uso de marihuana recreacional, lo cual abre nuevamente el debate sobre el consumo de esta planta
La hierba se vende en sobres que contienen 5 gramos y existen dos tipos: Alfa 1 (índica) el cual tiene efectos más bajos, se le considera un sedante; por otro lado, también se encuentra el Beta 1 que tiene efectos que son más psicoactivos, no obstante, ambos tienen niveles bajos y medios de tetrahidrocannabinol (THC). Ambos tienen un costo de 6.5 dólares (116 pesos mexicanos) y el precio fue fijado por el gobierno. Asimismo, cada persona podrá ser acreedora de hasta 40 gramos por mes.
Para su producción, dos empresas fueron quienes ganaron la licitación pública. Por un lado se encuentra la compañía International Cannabis Corp, la cual posee la mayor extensión de cultivos y por el otro, está la empresa uruguaya Symbiosis. Ambas compañías están autorizadas por el Estado y pagan impuestos por el servicio.
Gracias a esto, otros países Latinoamericanos como México, comienzan a ahondar en el asunto, por el momento el gobierno mexicano aprobó el consumo de la cannabis medicinal pero también Europa está abriendo el tema. Holanda es una nación conocida por el uso de marihuana recreacional en sus calles, sin embargo, de acuerdo a la ley, es ilegal consumirla en público. En Ámsterdam se encuentran las famosas Coffee Shops, donde los clientes pueden elegir entre una gran variedad de productos para consumirse dentro del local.
Aún queda un largo camino para que el consumo tanto medicinal como recreacional sea legal en todo el mundo, pero lo cierto es que la controversia alrededor del tema, es alta.
